Desde que el PRO al gobierna la Ciudad, la relación con los empleados que trabajan en los Centros de Gestión y Participación Comunal ( CGPC ), es extremadamente conflictiva, al punto que los municipales han denunciado malos tratos, persecución y autoritarismo en algunas de esas dependencias.
Entre los funcionarios barriales más cuestionados figuran Facundo Carrillo y Gabriela Seijo, directores del CGPC 2 y CGPC 14 respectivamente. Ambos son dirigentes y militantes del PRO y tienen una estrecha relación con el Jefe de Gabinete Horacio Rodriguez Larreta, quién tiene a su cargo la relación con los CGPC. Llamativamente tanto Carrillo como Seijo son los responsables de encabezar la conducción de dos barrios a los cuales no pertenecen. Carrillo ( Barrio Norte-Recoleta desde Cnel Diaz hasta Montevideo) y Seijo ( Palermo- va desde Cnel Diaz hasta Belgrano ). Otro denominador común es que manejan un presupuesto similar de aproximadamente 3 millones de pesos y tienen un sueldo de $ 8.000.
Facundo Carrillo que actuaba como secretario general del PRO en Recoleta, alcanzó el cargo que actualmente ostenta, por obra de la providencia, luego de que el legítimo referente barrial fuera designado para dedicarse a cuestiones partidarias En el macrismo, al igual que a Seijo, le endilgan poco compromiso y bastante indiferencia a la hora de fiscalizar correctamente las mesas de votación en las últimas elecciones legislativas. También le apuntan con bromas por un presunto ¨casting¨ para elegir una secretaria.
Pero lo realmente preocupante de Carrillo son las actitudes autoritarias que denuncian los delegados gremiales. ¨Hace poco un compañero de trabajo fue a buscar un par de diarios de EL ARGENTINO y Carrillo le prohibió la lectura a los empleados, por tratarse de un diario afín al oficialismo nacional ¨, contó un empleado del CGPC 2.
¨Otro día pidió arreglar un baño justo cuando empezaba la atención al público. Pero fue una locura, la obra no puedia hacerse en ese momento. Era el momento de la gripe A y había polvillo por todos lados en el Registro Civil ¨, comentó otro empleado.
¨Hay una constante persecución policíaca con los trabajadores del CGPC 2, de parte de su director. Hay acoso permanente, una verdadera casa de brujas y malos tratos constantes. ¨El ambiente laboral generado por el director es insoportable¨, señalaron los delegados gremiales. Lo mismo señalan de Seijo en el CGPC 14.
¨Por ejemplo, Seijo tiene dos personas contratadas por ella que recorren todos los días con un papel el CGPC para ir viendo, y anotando, cómo se visten los empleados, qué hacen, qué comen y qué toman. Los están controlando todo el tiempo¨, se quejaron los empleados del CGPC 14
Pero parece que el jovencito Carrillo no sólo tiene problemas en la relación con los trabajadores de la dependencia bajo su conducción, también tiene dificultades dentro del macrismo y constantes críticas de los vecinos por su mala gestión y casi nulo compromiso con la realidad del barrio.
Dentro del macrismo, esos cuestionamientos se han producido en la actitud asumida por Carrillo y Seijo en las elecciones pasadas. Seijo en todas las campañas se ha encargado del tema fiscalización, y de hecho siempre fue la que entrenaba a los militantes del macrismo en esa materia.
Acorde a lo que cuentan en el oficialismo porteño, realizó un buen trabajo capacitando fiscales para los comicios salvo en los últimos que, en una jugada de Larreta para que Michetti no crezca, hubo por primera vez ausencia de fiscales en Recoleta, Barrio Norte y Belgrano en algunas mesas. Zonas bajo la supervisión de Carrillo y Seijo.
En Barrio Norte y Recoleta, las voces de disconformidad entre los vecinos, con la gestión de Carrillo van en aumento. No conoce la problemática de los vecinos ni la idiosincrasia del barrio. No ha hecho ningún aporte positivo a la zona que conduce. La inoperancia es absoluta.
Es imprescindible que el gobierno de la ciudad atienda el reclamo de los vecinos que solicitamos el llamado a elecciones en las comunas para reemplazar a los directores inoperantes y autoritarios elegidos por Macri. Queremos autoridades comunales elegidas por nosotros. La ley de comunas está. Sólo hay que cumplirla.