La Justicia ordenó suspender las obras del arroyo Maldonado, por serias irregularidades administrativas, sobreprecios, corrupción en el manejo de los fondos y daño ambiental.
La obra fue otorgada a la empresa Ghella, que se asoció con IECSA, presidida hasta hace poco tiempo por Franco Macri y cuya titularidad ejerce ahora uno de sus parientes.
La justicia ordenó frenar la obra más ambiciosa del Gobierno de Mauricio Macri, al hacer lugar al pedido de suspender las obras en el arroyo Maldonado, mediante la interposición de un recurso de amparo presentado por los Legisladores de la Ciudad Segio Abrebaya, Facundo Di Filippo y Milcíades Peña ( Coalición Cívica ). La decisión del Juez Vicente Cataldo se funda en serias irregularidades administrativas, sobreprecios y contaminación del acuífero Puelche.
La obra proyecta la construcción de túneles aliviadores del entubamiento del arroyo Maldonado, licitación otorgada a la empresa italiana Ghella, asociada para ésta obra con la empresa IECSA, que hasta hace poco tiempo era presidida por Franco Macri y cuya titularidad ejerce ahora Angelo Cataterra, uno de sus parientes.
La obra fue licitada por 495 millones de pesos, pero Mauricio Macri la incrementó de manera inconsulta en 70 millones de pesos.
A las irregularidades en los gastos de la obra se le suma el serio daño ambiental sobre el acuífero Puelche, que abarca a la Ciudad de Buenos Aires, y a las Provincias de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Entre Rios. Las perforaciones, estipuladas originalmente en 31 metros, fueron llevadas a 48 metros. La modificación es de gran importancia. A los 31 metros no se alcanzaba la cota del acuífero pero a los 48 metros se la supera provocando un daño ambiental sin precedentes y con consecuencias incalculables, que perjudicaran también a otras jurisdicciones y que seguramente comprometerá la responsabilidad del estado de la Ciudad Autónoma frente a los Estados de la Provincias involucradas.
Entre los técnicos del gobierno de la Ciudad, es importante señalar que el Director de la obra es el ingeniero Eduardo Kohen, el mismo que siendo Director General de Instalaciones Eléctricas del Gobierno de la Ciudad omitió controlar los planos truchos de la instalación electromecánica de Cromañon.
La obra se financia con un crédito del Banco Mundial. Este organismo pidió la remoción de su cargo del encargado de la obra, como condición para seguir aportando las cuotas del crédito otorgado a la Ciudad.
Mauricio Macri no logra que el Gobierno Nacional le dé la garantía que los organismos de crédito internacionales le solicitan para otorgarle préstamos destinados a la ampliación de la red de subtes, pero una vez que consigue un crédito del Banco Mundial para realizar una obra sin depender de la Nación, arriesga todo por ceder a la tentación de promover hechos de corrupción en su gobierno y buenos negocios para su familia.
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